ACERCA DEL MAQUILLADOR PROFESIONAL
VICTOR CEMBELLIN
Para el Senior Artist Victor Cembellin, la filosofía del maquillaje es sencilla: “tiene la singular capacidad de enderezar la postura emocional de una persona”. Teniendo en cuenta que de niño se pintaba la cara con rotuladores lavables Crayola, y se divertía transformándose en un monstruo o en un anciano (¡uy!), finalmente optó por aprender los trucos más sutiles del oficio. Actualmente, reside en San Francisco, donde trabaja en artículos editoriales, desfiles de moda y en el cine. A continuación, nos habla acerca de su colorido ascenso a la fama internacional.
MODA EN LA CIUDAD DE LA NIEBLA
En San Francisco habitan todo tipo de personas procedentes de todos los estratos sociales. La ciudad es un crisol de culturas, etnias y sabores. Somos una ciudad relajada por el día y “emperifollada” por la noche. El estilo gira en torno a la individualidad. Me encantan los kohls de ojos de M·A·C para transformar con rapidez un look de día en otro de noche. La aplicación de sombras como Phone Number, Teddy y Tarnish en la línea interna de los ojos es un proceso rápido, pero también sencillo, para realizar la transición de un look diurno a otro nocturno”.
LO VEO ROJO
“Siempre he tenido una imaginación muy activa. ¡Era un niño artístico con demasiada creatividad y tiempo libre! Pronto desarrollé una gran pasión por el maquillaje y recuerdo que mi primera compra de una barra de labios M·A·C fue Dubonnet. Me es imposible recordar el número de mujeres a las que les pinté los labios ese verano. Mi hermana, mi madre, mi tía, sus amigas, las vecinas… todas lucieron Dubonnet, y debo decir que sigue siendo mi tono preferido de rojo, seguido de cerca por Russian Red. Mi segunda ciudad favorita, después de San Francisco, es París y, cuando visito esta ciudad, siempre llevó Russian Red. Es un tono diferente al Dubonnet, ya que es más brillante y llamativo, pero he llegado a apreciarlo igualmente.
SUPA-DUPA FLY
“Ha habido muchos momentos en mi carrera, donde me he parado a pensar: Victor, recuerda este momento, ¡porque es una oportunidad única en la vida! Me encantó la sesión fotográfica de la portada del single en de ‘Best Best’ de Missy Elliott. Ella no solo estaba entusiasmada con su maquillaje ese día, sino que incluso me permitió que le realizase con aerógrafo diminutas estrellas rosadas en el rostro, lo que demuestra el tipo de confianza que establecimos trabajando juntos durante varios años. El negocio de la belleza es muy emocional: un maquillador profesional tiene literalmente el rostro de una persona (y a menudo su autoestima) en sus manos. He aprendido a ser amable y conectar con la persona“.